domingo, agosto 24, 2008

 

En busca del cráter perdido


Crater Barrimer en Arizona (EU), tal vez el más fotogénico de la Tierra. (Stephen Alvarez para National Geographic Magazine)

Una de las primeras impresiones al comparar la superficie de la Tierra con las de la Luna, Mercurio o Marte es la ausencia de cráteres. Puede suponerse que los planetas del sistema solar interior sufrieron la misma historia de bombardeo por cuerpos que incluso tenían un gran tamaño. Sin embargo la tectónica de placas y la erosión han borrado las huellas de casi la totalidad de cráteres en la Tierra.

Hoy, sólo unos 200 cráteres han sido confirmados en la superficie terrestre, la mayoría de ellos en cratones, es decir en las zonas más antiguas y estables de la Tierra. Se cree que muchos de estos cráteres aún no han sido descubiertos, debido a que están sepultados bajo sedimentos o en zonas marinas y es un campo abierto a nuevos descubrimientos.

Mapa tridimensional de la variación del campo gravitacional y magnético en el crater Chicxulub que ha sido propuesto como el evento que marcó la extinción masiva del fin del cretáceo (incluyendo los dinosaurios)

Un ejemplo de crater sepultado es la estructura Chicxulub que se piensa fue el golpe final que provocó la extinción del 50% de las especies vivientes hace 65 millones de años. Este cuerpo tuvo un tamaño de 10 km y produjo un crater de 200 km.

Frecuencia con el que chocan asteroides con la Tierra en función de su tamaño. Según la figura un evento como Tunguska ocurre cada pocos siglos. Un asteroide de 1 km de diámetro puede chocar con la tierra cada 100 000 años. El punto marcado como "K/T event" creó el crater de Chicxulub (Clark Chapman)

Con ocasión de los 100 años del evento de Tunguska (si nunca han escuchado sobre tal evento pueden consultar aquí) el número de agosto de la revista National Geographic trae un artículo que se centra más sobre la amenaza que la humanidad tiene de impactos en el futuro. Sin embargo, otra manera de prepararnos para un impacto futuro es primero encontrar los cráteres pasados y entender las consecuencias que trajeron al planeta Tierra.

NOTA: Para los bogotanos, contrario a lo que dicen las malas lenguas, la Laguna de Guatavita no es un crater de meteorito. Se cree que es un domo salino como el de la mina de Zipaquirá que se disolvió y dejó su huella en el terreno.

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Comments:
Gracias por tu comentario en mi blog. Es curioso ver la antigüedad que tiene tu blog, me hubiera gustado encontrarlo por esas épocas, quizás me hubiera animado a crear el mío más pronto.

Por cierto, me alegro que lo estés retomando. Dentro de poco quiero publicar una lista con los blogs de geología en español, en la que incluiré el tuyo.

Saludos y sigue así.
 
Gracias por tus palabras Miguel

Sabes que leí y me pareció muy interesante tu artículo sobre el sismo de Pisco. Tengo un hermano que vive en Lima hace 3 años y le tocó vivir este terremoto.

Me contó haber visto una luz en el cielo simultánea con el sismo. Hasta ahora no le había prestado mucha atención hasta que leí tu artículo.

Saludos desde Colombia
 
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